1. Meteorización:
* abrasión: El viento lleva partículas de arena y polvo, que actúan como papel de lija, erosionando la arenisca con el tiempo. Este proceso, conocido como abrasión, debilita la roca y crea depresiones, grietas y, finalmente, aberturas.
* Deflación: El viento también elimina la arena suelta y las partículas más pequeñas, exponiendo aún más el lecho de roca a la meteorización.
2. Formación:
* Erosión diferencial: La arenisca a menudo se compone de capas con una resistencia variable a la erosión. El viento erosiona preferentemente capas más débiles, talando pasajes y creando puentes naturales. Este proceso también está influenciado por la presencia de articulaciones y fracturas en la roca, que proporcionan vías para que el viento y el agua penetre.
3. Erosión de arcos:
* continuó con la intemperie: El viento continúa dando forma a los arcos, expandiendo gradualmente las aberturas y haciéndolas más pronunciadas.
* Formación de aletas y pilares: El viento puede erosionar aún más la arenisca, creando formaciones altas y estrechas como las aletas y los pilares que eventualmente colapsan, dejando atrás los arcos.
En resumen:
* El viento no es el principal escultor de los arcos de arenisca. El agua, particularmente la lluvia y la escorrentía de la superficie, juega un papel más directo en la tala de las cavidades iniciales y socavando la roca.
* El viento actúa como una fuerza secundaria, acelerando el proceso de meteorización y moldeo de los arcos en sus formas distintivas.
Es importante tener en cuenta que la formación de arcos es un proceso complejo que involucra varias fuerzas geológicas, que incluyen elevación, fallas, erosión y meteorización. El viento juega un papel vital, pero es solo una pieza del rompecabezas.