Esta línea no correspondía a un grado específico de latitud, sino a una longitud que dividiría el mundo en dos, otorgando el control de Portugal sobre las tierras al este de la línea y el control de España sobre aquellos al oeste.
La ubicación exacta de la línea varió a medida que mejoró el conocimiento geográfico, pero originalmente se pretendía ser una línea vertical, no horizontal.