Efecto Coriolis: La rotación de la Tierra desvía los objetos o corrientes en movimiento en un movimiento circular llamado efecto Coriolis. Desviado hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, el efecto Coriolis impacta los patrones climáticos y las corrientes oceánicas a gran escala.
Ciclo Día y Noche: La rotación de la Tierra sobre su eje hace que diferentes partes del planeta miren al Sol, creando el ciclo del día y la noche. A medida que la Tierra gira, el lado que mira al Sol experimenta la luz del día mientras que el lado opuesto se sumerge en la oscuridad.
Aplanamiento en los polos: Debido a que la Tierra gira, se abulta ligeramente en el ecuador y se aplana en los polos. Este aplanamiento se debe a la fuerza centrífuga generada por la rotación, lo que hace que la Tierra tenga una forma esferoide achatada.
Efectos de marea: La rotación de la Tierra, junto con la influencia gravitacional del Sol y la Luna, crea mareas. La subida y bajada de los niveles de los océanos se produce a medida que la Tierra gira y diferentes regiones se mueven alineándose con estos cuerpos celestes.
Formación geoide: La rotación de la Tierra genera variaciones en las fuerzas gravitacionales en todo el planeta. Estas variaciones provocan ligeras variaciones en el nivel del mar, formando un geoide, la forma de la superficie de la Tierra considerando la gravedad.
Precesión de los Equinoccios: El eje de rotación de la Tierra se tambalea como una peonza durante un período de unos 26.000 años. Este lento cambio en la dirección del eje afecta la alineación de los equinoccios y solsticios, haciendo que estos eventos ocurran en diferentes fechas durante largos períodos de tiempo.
Variación de la gravedad: La rotación de la Tierra influye en la distribución de masa dentro del planeta. Las variaciones resultantes en la gravedad dan lugar al concepto de alturas de geoide e impactan la precisión de las mediciones del nivel del mar y los sistemas de posicionamiento global.