La forma de los guijarros está determinada por el tipo de roca de la que están hechos y el entorno en el que se forman. Los guijarros que se encuentran en las playas suelen ser lisos y redondeados, mientras que los que se encuentran en los lechos de los ríos suelen ser más angulares. Esto se debe a que las olas en las playas actúan para suavizar los guijarros, mientras que el agua de los ríos fluye más rápidamente y no tiene tanto tiempo para erosionar las rocas.
El color de los guijarros puede variar mucho, dependiendo del tipo de roca del que estén hechos. Los guijarros pueden ser blancos, negros, marrones, rojos o de cualquier otro color. Algunos guijarros son incluso translúcidos o semipreciosos.
Los guijarros se utilizan para diversos fines, incluidos el paisajismo, la construcción y la fabricación de joyas. También se pueden utilizar para juegos, como canicas o jotas.