1. Altos niveles de oxígeno:El Período Carbonífero a menudo se conoce como la "Edad de los Bosques" debido a la presencia generalizada de una exuberante vegetación. Esta próspera vida vegetal contribuyó a los altos niveles de oxígeno en la atmósfera. Se estimó que los niveles de oxígeno durante este tiempo rondaron el 35% o incluso más, significativamente más que la concentración actual de oxígeno del 21% en nuestra atmósfera.
2. Niveles elevados de dióxido de carbono:El Período Carbonífero también estuvo marcado por niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Las estimaciones sugieren que las concentraciones de CO2 eran aproximadamente 10 veces superiores a los niveles actuales, alcanzando valores de alrededor de 1000-1500 partes por millón (ppm). Estos altos niveles de CO2 contribuyeron al efecto invernadero y, junto con otros factores, provocaron un clima global más cálido y húmedo.
3. Efecto de los gases de efecto invernadero:La combinación de altos niveles de oxígeno y dióxido de carbono, sumado a la presencia de otros gases de efecto invernadero como el metano (CH4), contribuyó a un fuerte efecto invernadero. Esto resultó en temperaturas globales significativamente más cálidas en comparación con el clima actual.
4. Aumento de la productividad de las plantas:Los altos niveles de CO2 y las condiciones cálidas y húmedas favorecieron el crecimiento y la productividad de las plantas, lo que dio lugar a extensos bosques y pantanos que forman carbón. La densa vegetación tuvo un impacto significativo en el ciclo global del carbono, influyendo en el clima de la Tierra y dando forma a la composición de la atmósfera.
5. Fluctuaciones climáticas:si bien el clima general era cálido y húmedo, el Período Carbonífero también experimentó fluctuaciones climáticas periódicas. Estos incluyeron períodos más cálidos y húmedos e intervalos más fríos y secos, cada uno con sus efectos únicos en los ecosistemas e influyendo en la composición de la atmósfera.
6. Transición a condiciones de invernadero:Hacia el final del Período Carbonífero, la Tierra comenzó a pasar a una fase más fría y árida, conocida como Tierra de invernadero. Este cambio climático estuvo asociado con una disminución de los niveles de gases de efecto invernadero, lo que provocó la aparición de condiciones más secas y frías en muchas partes del mundo.
En general, el Período Carbonífero se caracterizó por altos niveles de oxígeno y dióxido de carbono, un crecimiento sustancial de las plantas, un fuerte efecto invernadero y fluctuaciones entre condiciones cálidas y húmedas e intervalos más fríos y secos. Estos factores moldearon el clima y la composición atmosférica de la Tierra, influyendo en el curso de los acontecimientos geológicos y ecológicos durante ese tiempo.