La lluvia radiactiva del desastre de Chernobyl contaminó cuerpos de agua superficiales como ríos, lagos y embalses. Las partículas radiactivas se depositaron en la superficie del agua, aumentando los niveles de radiación y haciendo que el agua no fuera apta para beber, pescar o nadar. Las masas de agua superficiales más afectadas fueron el río Pripyat y el embalse de Kiev.
La lluvia radiactiva del desastre de Chernobyl también contaminó los acuíferos subterráneos. Las partículas radiactivas se filtraron en el suelo, contaminando el nivel freático y haciendo que el agua subterránea no fuera apta para beber o irrigar. La contaminación del agua subterránea ha afectado a muchas comunidades de la zona circundante, lo que ha provocado la necesidad de fuentes de agua alternativas o costosos sistemas de tratamiento de agua.
La contaminación de las fuentes de agua ha tenido graves impactos en la salud y los medios de vida de las personas que viven en las zonas afectadas. Ha aumentado el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y enfermedades relacionadas con la radiación. Además, la contaminación ha reducido significativamente la disponibilidad de agua potable para beber, cocinar y para fines agrícolas, alterando la vida diaria y los medios de subsistencia de las personas.
Se han realizado esfuerzos de limpieza desde el desastre de Chernobyl, pero la remediación de las fuentes de agua es una tarea compleja y desafiante. Eliminar las partículas radiactivas del agua suele ser difícil y costoso, y muchas zonas afectadas siguen enfrentándose a la contaminación del agua y los riesgos asociados.