Durante miles de millones de años, la superficie de la Tierra ha estado en constante cambio. Los continentes se han separado y chocado, las cadenas montañosas se han elevado y erosionado, y el planeta ha experimentado numerosas glaciaciones y períodos de calor extremo. A pesar de estos cambios, la vida ha persistido y evolucionado, y la Tierra sigue siendo habitable.
Uno de los factores clave que ha permitido la estabilidad de la superficie terrestre es la presencia de cratones. Se trata de regiones antiguas y estables de la corteza continental que se han mantenido prácticamente sin cambios durante miles de millones de años. Los cratones suelen estar compuestos de rocas gruesas y densas que han sido resistentes a la deformación y la erosión.
Los diamantes proporcionan una ventana única a las condiciones que existían dentro de los cratones cuando se formaron. Los diamantes se forman en condiciones de presión y temperatura extremadamente altas en el manto terrestre y pueden atrapar inclusiones microscópicas de minerales y otros materiales que estaban presentes en el momento de su formación. Estas inclusiones se pueden analizar para proporcionar información sobre la composición y estructura del manto y la corteza en el momento en que se formaron los diamantes.
Los estudios de diamantes de varios cratones de todo el mundo han demostrado que se formaron a profundidades de hasta 200 kilómetros (124 millas) y a temperaturas de hasta 1200 grados Celsius (2192 grados Fahrenheit). Estas condiciones sólo se dan en el manto terrestre, que se encuentra debajo de la corteza. Los diamantes indican que los cratones se formaron por la solidificación de roca fundida en el manto y proporcionan evidencia de la existencia de raíces estables del manto debajo de estas regiones.
La estabilidad de los cratones es importante por varias razones. En primer lugar, proporcionan una base estable para los continentes, evitando que se separen demasiado rápido y permitiendo la formación de ecosistemas grandes y complejos. En segundo lugar, los cratones son la fuente de muchos recursos minerales valiosos, incluidos diamantes, oro y cobre. Finalmente, los cratones desempeñan un papel importante en la regulación del clima de la Tierra al almacenar dióxido de carbono en el manto y evitar que se libere a la atmósfera.
El estudio de los diamantes está proporcionando información valiosa sobre los procesos que han dado forma a la superficie de la Tierra y han creado las condiciones necesarias para que prospere la vida. Al comprender la formación de cratones y el papel de los diamantes en este proceso, los científicos están obteniendo una mejor comprensión de la historia de la Tierra y cómo ha evolucionado con el tiempo.