1. Topografía del lecho:
El mapeo de la topografía del lecho debajo de la capa de hielo de Groenlandia se logra mediante estudios de radar que penetran el hielo. Estos estudios utilizan ondas de radio para sondear el espesor de la capa de hielo y mapear la superficie del lecho rocoso subyacente. Las imágenes detalladas resultantes ofrecen información valiosa sobre cuencas, depresiones y cadenas montañosas subglaciales, lo que ayuda a reconstruir la historia glacial pasada de la región.
2. Imágenes sísmicas:
Los estudios sísmicos implican generar ondas sonoras y registrar sus reflejos en varias capas dentro de la capa de hielo y la corteza terrestre. El análisis de las velocidades y reflexiones de las ondas sísmicas proporciona información sobre las propiedades físicas del hielo, las propiedades de los sedimentos subglaciales y la rigidez de la corteza terrestre.
3. Encuestas gravimétricas:
Los estudios gravimétricos miden las variaciones en el campo gravitacional de la Tierra causadas por diferencias en la densidad de los materiales del subsuelo. Los datos obtenidos de los estudios gravimétricos ayudan a detectar cambios en el espesor del hielo, inferir la presencia de lagos subglaciales y bolsas de agua e identificar variaciones de densidad en el lecho de roca.
4. Encuestas magnéticas:
Los estudios magnéticos implican medir anomalías magnéticas causadas por minerales magnéticos dentro de la capa de hielo y la corteza terrestre. Estos estudios pueden detectar variaciones en las propiedades magnéticas de las rocas subglaciales, lo que ayuda a comprender las estructuras geológicas y la composición debajo del hielo.
5. Medidas in situ:
Si bien son un desafío debido a las duras condiciones, las mediciones in situ proporcionan observaciones directas del entorno subglacial. Los núcleos de hielo recuperados de la base de la capa de hielo revelan información sobre la edad del hielo, la temperatura y la historia del flujo de agua en la interfaz del lecho de hielo. Además, el despliegue de instrumentos debajo del hielo puede registrar datos sísmicos, electromagnéticos y de inclinación, proporcionando información sobre los procesos que ocurren en la interfaz hielo- lecho rocoso.
Los datos recopilados a partir de estas técnicas geofísicas contribuyen a nuestra comprensión de la dinámica de la capa de hielo de Groenlandia, incluida su respuesta al cambio climático y su posible contribución al aumento del nivel del mar. Al reunir esta información, los científicos obtienen una imagen completa de lo que se encuentra debajo de los glaciares de Groenlandia, lo que permite predicciones más precisas sobre su comportamiento futuro y su impacto en los sistemas climáticos globales.