El informe también encontró que el petróleo que queda se limita en gran medida al fondo marino profundo y no representa una amenaza para la salud humana o la vida marina. Sin embargo, la NOAA continúa monitoreando la situación y tomará medidas si es necesario para proteger la salud humana y el medio ambiente.
El derrame de Deepwater Horizon fue el mayor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos. Comenzó el 20 de abril de 2010, cuando una explosión y un incendio destruyeron la plataforma petrolera Deepwater Horizon. El derrame duró 87 días y vertió aproximadamente 4,9 millones de barriles de petróleo en el Golfo de México.
El derrame tuvo un impacto devastador en el ecosistema del Golfo de México. Mató a unos 11.000 mamíferos marinos, tortugas marinas y aves. También causó grandes daños a los arrecifes de coral y otros hábitats marinos.
El esfuerzo de limpieza del derrame de Deepwater Horizon fue enorme. Implicó el uso de más de 200 embarcaciones, 1.200 dispositivos desnatadores y 1,8 millones de galones de dispersantes. El esfuerzo de limpieza costó aproximadamente 65 mil millones de dólares.
El derrame de Deepwater Horizon fue un desastre ambiental importante, pero también condujo a mejoras significativas en la tecnología y las regulaciones de respuesta a derrames de petróleo. Como resultado, Estados Unidos está ahora mejor preparado para responder a futuros derrames de petróleo.