Las imágenes muestran la deformación del suelo provocada por los terremotos de magnitud 8,1 y 7,1 que azotaron México los días 8 y 19 de septiembre de 2017.
Las imágenes fueron tomadas por el satélite Sentinel-1A, que lleva un instrumento de radar de apertura sintética (SAR) que puede medir la deformación del suelo con muy alta precisión.
Las imágenes muestran que la superficie del suelo se movió hasta 1,5 metros (5 pies) en algunas áreas. Los mayores desplazamientos se produjeron a lo largo de la costa del Pacífico de México, donde se centraron los terremotos.
Los científicos utilizarán los datos de estas imágenes para comprender mejor la estructura y dinámica de la corteza terrestre en la región. Esta información ayudará a mejorar las evaluaciones de peligros sísmicos y los sistemas de alerta temprana para futuros terremotos.
Además de las imágenes de Sentinel-1A, la NASA también publicó imágenes tomadas por los satélites Terra y Aqua. Estas imágenes muestran la magnitud de los daños a los edificios y las infraestructuras en las zonas afectadas.
Las imágenes están disponibles para ver y descargar en el sitio web de EOSDIS.