Los científicos han determinado que la cresta ecuatorial de Jápeto probablemente se formó como resultado de un impacto catastrófico que ocurrió temprano en la historia de la luna. Se teoriza que el impacto fue increíblemente poderoso y provocó que una gran parte de la corteza lunar fuera expulsada al espacio. Este material finalmente se reasentó en la superficie de la luna, creando la distintiva cresta ecuatorial. Sin embargo, es importante señalar que los detalles exactos y la dinámica de este gran impacto siguen siendo temas de investigación y debate entre los científicos.
Una teoría propone que el impactador responsable de la cresta ecuatorial fue un cuerpo relativamente pequeño, de unos 10 a 20 kilómetros de tamaño, que golpeó la Luna en un ángulo oblicuo. Esto explicaría la forma elíptica de la cordillera y la presencia de "protuberancias ecuatoriales" en lados opuestos de la cresta.
Otra teoría sugiere que la cresta ecuatorial se formó por la colisión de dos cuerpos helados de tamaño comparable, lo que provocó que el material fuera expulsado y reacumulado a lo largo del ecuador de la luna. Este escenario está respaldado por la presencia de dos regiones brillantes con cráteres en lados opuestos de la cresta, conocidas como "Thera Macula" y "Antilia". Estas regiones podrían ser restos de las cuencas de impacto creadas por la colisión.
La cresta ecuatorial de Jápeto sigue intrigando a los científicos y su formación es un tema de estudio en curso. Al explorar esta característica única y comprender sus orígenes, los astrónomos obtienen información valiosa sobre los violentos procesos que dieron forma a los planetas exteriores y sus lunas en los primeros días de nuestro sistema solar.