1. Reduzca la velocidad del barco. La mejor manera de evitar quedar atrapado en el hielo es reducir la velocidad antes de llegar a él. Esto te dará más tiempo para reaccionar si el hielo es más grueso de lo esperado.
2. Manténgase alejado de los icebergs. Los icebergs pueden ser muy peligrosos, por lo que es importante evitarlos. Si no está seguro de qué tan cerca está de un iceberg, sea más precavido y déle aún más espacio.
3. Maniobra con cuidado alrededor de los témpanos de hielo. Los témpanos de hielo son trozos de hielo que flotan en el agua. Pueden ser muy impredecibles, por lo que es importante maniobrar con cuidado para evitarlos. Si puedes, evítalos por completo.
4. Utiliza hélices de proa para ayudarte a moverte. Los propulsores de proa son pequeñas hélices que se encuentran en la proa del barco. Se pueden utilizar para ayudar al barco a moverse en espacios reducidos o para evitar que el barco se desvíe.
5. Ten paciencia. Estacionar un barco en el hielo puede ser un proceso lento y tedioso. Es importante tener paciencia y tomarse su tiempo. Si tienes prisa, es más probable que cometas un error que pueda poner en peligro tu barco y tu tripulación.
6. Utiliza anclas para mantener el barco en su lugar. Una vez que hayas encontrado un lugar adecuado, utiliza anclas para mantener el barco en su lugar. Esto evitará que el barco se desvíe o se mueva con el viento.
7. Supervise las condiciones del hielo. Las condiciones del hielo pueden cambiar rápidamente, por lo que es importante controlarlas periódicamente. Si el hielo se vuelve demasiado grueso o si hay demasiados icebergs, tendrás que trasladar el barco a un lugar más seguro.