Los iones tienen carga positiva o negativa porque han perdido o ganado electrones. Los átomos son eléctricamente neutros porque tienen la misma cantidad de electrones (partículas cargadas negativamente) que de protones (partículas cargadas positivamente). Cuando un átomo pierde uno o más electrones, se convierte en un ion positivo. Cuando un átomo gana uno o más electrones, se convierte en un ion negativo.
La fuerza de la carga de un ion depende de cuántos electrones ha perdido o ganado. Por ejemplo, un átomo que ha perdido dos electrones tiene una carga positiva de 2+, mientras que un átomo que ha ganado dos electrones tiene una carga negativa de 2-.