Cuando un átomo pierde un electrón, se convierte en un ion cargado positivamente. La pérdida de un electrón reduce la cantidad de electrones que rodean el núcleo, lo que a su vez reduce el tamaño de la nube de electrones. Como resultado, el ion tiene un radio más pequeño que el átomo original.
En el caso del sodio, cuando un átomo de sodio pierde un electrón, se convierte en un ion sodio con carga +1. El ion sodio es más pequeño que el átomo de sodio porque tiene un electrón menos.