La economía atómica de una reacción se define como el porcentaje de átomos de los reactivos que se incorporan a los productos deseados. Es una medida de cuán eficiente es una reacción en términos de utilización de átomos.
La economía atómica del amoníaco es del 100% porque los únicos reactivos son nitrógeno e hidrógeno, y el único producto es el amoníaco. Todos los átomos de nitrógeno e hidrógeno que se utilizan en los reactivos también están presentes en el producto de amoníaco. No hay desperdicio.
Esto contrasta con muchas otras reacciones, que tienen economías atómicas inferiores al 100%. Por ejemplo, la economía atómica de la combustión de metano es sólo del 50%, porque sólo la mitad de los átomos de la molécula de metano se incorporan a los productos (dióxido de carbono y agua). La otra mitad de los átomos se libera a la atmósfera como productos de desecho (nitrógeno y oxígeno).