Un método común es utilizar un tubo de fermentación, que es un tubo de ensayo especializado que tiene una pequeña depresión en forma de copa en la parte inferior. Cuando se realiza una reacción de fermentación en un tubo de fermentación, los gases que se producen se acumularán en la depresión en el fondo del tubo. La cantidad de gas que se produce se puede medir observando el volumen de gas que se acumula en la depresión.
Otro método para detectar gases en reacciones de fermentación es utilizar un cromatógrafo de gases. Un cromatógrafo de gases es un instrumento científico que se puede utilizar para separar e identificar diferentes gases. Un cromatógrafo de gases funciona haciendo pasar los gases a través de una columna llena de una fase estacionaria. Los diferentes gases interactuarán con la fase estacionaria en diferentes grados, lo que hará que se separen entre sí. Luego, los gases separados son detectados por un detector, que puede ser un detector de ionización de llama, un espectrómetro de masas u otro tipo de detector.
Finalmente, los gases en las reacciones de fermentación también pueden detectarse por su olor. Algunos gases, como el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno, tienen un olor distintivo que puede utilizarse para identificarlos.