El número de protones de un átomo determina su número atómico y también el número de electrones de un átomo neutro. Por ejemplo, el carbono tiene un número atómico de 6, lo que significa que tiene 6 protones y 6 electrones. Esto convierte al carbono en un átomo neutro, con una carga total de 0.
Si un átomo gana o pierde electrones, se convierte en un ion. Un ion tiene una carga neta positiva o negativa. Por ejemplo, si el carbono pierde un electrón, se convierte en un catión de carbono, con una carga de +1. Si el carbono gana un electrón, se convierte en un anión de carbono, con una carga de -1.