Los detergentes son más eficaces para eliminar las manchas en agua tibia que en agua fría. Esto se debe a que la temperatura más alta del agua ayuda a disolver el detergente y permite que penetre más fácilmente en la tela. Además, el calor del agua puede ayudar a aflojar las uniones entre la mancha y la tela, lo que facilita la eliminación del detergente.