El líquido de los termómetros más comunes es mercurio o alcohol. El mercurio es un metal de color blanco plateado que es líquido a temperatura ambiente. Se utiliza en termómetros porque se expande y contrae uniformemente con los cambios de temperatura, lo que facilita la lectura de la temperatura. Sin embargo, el mercurio es tóxico, por lo que se están eliminando los termómetros de mercurio en favor de los termómetros de alcohol. El alcohol es un líquido transparente que se elabora a partir de azúcares fermentados. Es menos tóxico que el mercurio y también se expande y contrae uniformemente con los cambios de temperatura, lo que lo hace adecuado para su uso en termómetros.