El líquido que normalmente se utiliza en los termómetros es mercurio o alcohol. El mercurio es un metal pesado tóxico que ya no se utiliza tan ampliamente como antes debido a sus efectos negativos para el medio ambiente y la salud. El alcohol, por otro lado, es una alternativa menos tóxica y más respetuosa con el medio ambiente que se utiliza habitualmente en los termómetros modernos.