La acidez del café se debe a la presencia de varios ácidos, incluidos el ácido clorogénico, el ácido quínico y el ácido cafeico. Estos ácidos contribuyen al sabor y aroma del café y también ayudan a conservarlo. Si bien el café es ácido, no es tan ácido como otras bebidas comunes, como el jugo de naranja (pH 3,3) o la cola (pH 2,5).
El nivel de pH del café puede variar dependiendo de varios factores, incluido el tipo de granos de café utilizados, el proceso de tostado y el método de preparación. Los tuestes más oscuros tienden a ser menos ácidos que los más claros, y el café filtrado suele ser menos ácido que el espresso.
Además, agregar leche o crema al café puede aumentar el nivel de pH y hacerlo menos ácido. Para las personas sensibles a la acidez del café, agregar leche o crema puede ser una buena forma de reducir las molestias.