1. Destilación:Este método se basa en la diferencia de puntos de ebullición del amoníaco (-33,3°C) y el hidrógeno (-252,9°C). Al calentar la mezcla de amoníaco e hidrógeno, el amoníaco se vaporizará primero y los gases se podrán separar mediante destilación fraccionada.
2. Absorción:El amoníaco tiene una mayor solubilidad en agua que el hidrógeno. Al hacer pasar la mezcla de amoníaco-hidrógeno a través de un depurador de agua, el amoníaco se absorberá preferentemente en el agua y el hidrógeno se podrá recoger como gas no absorbido.
3. Adsorción:Se pueden utilizar adsorbentes selectivos, como carbón activado o zeolitas, para separar amoníaco e hidrógeno. El amoníaco tiene una mayor afinidad por estos adsorbentes, por lo que se adsorberá selectivamente, mientras que el hidrógeno se puede recolectar como gas no adsorbido.
4. Separación por membranas:Se pueden utilizar membranas de separación de gases, como membranas poliméricas o membranas inorgánicas, para separar amoníaco e hidrógeno. La membrana permite la permeación selectiva de hidrógeno, mientras que el amoníaco queda retenido en el lado de alimentación.
5. Separación criogénica:este método implica enfriar la mezcla de amoníaco e hidrógeno a temperaturas extremadamente bajas, donde el amoníaco se condensa en un líquido y el hidrógeno permanece en la fase gaseosa. A continuación, se puede separar el amoníaco líquido del gas hidrógeno.
La elección del método de separación depende de factores como la composición y presión de la mezcla de alimentación, la pureza deseada de los gases separados y la escala de operación. Para aplicaciones industriales a gran escala, se utilizan comúnmente la destilación y la absorción, mientras que la adsorción, la separación por membrana y la separación criogénica se pueden emplear para requisitos específicos o aplicaciones de menor escala.