¿Cómo actúa el cloro para limpiar las piscinas?
El cloro actúa matando bacterias y otros microorganismos en el agua de la piscina. Cuando se añade cloro al agua, se forma ácido hipocloroso (HOCl), que es un potente agente oxidante. El HOCl reacciona con las paredes celulares de las bacterias y otros microorganismos, provocando que se descompongan y mueran. El cloro también reacciona con la materia orgánica del agua de la piscina, como la suciedad, el sudor y la orina. Esta materia orgánica puede proporcionar una fuente de alimento para las bacterias, por lo que, al eliminarla, el cloro ayuda a reducir la cantidad de bacterias en la piscina.
Concentración de cloro y nivel de pH
La concentración de cloro en el agua de las piscinas está regulada por ley en muchos países. La concentración de cloro ideal para piscinas está entre 1 y 3 partes por millón (ppm). Este nivel de cloro es suficiente para matar bacterias y otros microorganismos, pero no es tan alto como para irritar la piel o los ojos de los nadadores. El nivel de pH del agua de la piscina también es importante, ya que puede afectar la eficacia del cloro. El nivel de pH ideal para las piscinas está entre 7,2 y 7,8. A este nivel de pH, el cloro es más eficaz para matar bacterias.
Cloro y otros químicos para piscinas
El cloro no es el único químico utilizado para limpiar las piscinas. También se utilizan otros productos químicos, como ajustadores de pH, alguicidas y clarificadores, para mantener el agua de la piscina limpia y clara. Los ajustadores de pH se utilizan para controlar el nivel de pH del agua de la piscina, los alguicidas se utilizan para matar las algas y los clarificadores se utilizan para eliminar la suciedad y otras partículas del agua de la piscina.
Seguridad del cloro
El cloro es una sustancia química tóxica y puede ser perjudicial si no se utiliza correctamente. El cloro puede irritar la piel y los ojos y también puede causar problemas respiratorios. Es importante seguir atentamente las instrucciones del envase de cloro a la hora de utilizarlo. El cloro también debe almacenarse en un lugar fresco y seco, fuera del alcance de los niños.