Las pruebas, realizadas por el departamento de salud del estado, analizaron muestras de agua de diferentes lugares dentro de la ciudad, incluidos embalses, plantas de tratamiento y grifos residenciales. Los resultados indicaron consistentemente la ausencia de THC (tetrahidrocannabinol) y otros cannabinoides asociados con la marihuana.
Este resultado se alinea con estudios anteriores que demostraron una presencia mínima o nula de sustancias químicas de la marihuana en las fuentes de agua, incluso en regiones donde la marihuana es legal. Los expertos lo atribuyen a la eliminación eficaz de estas sustancias durante los procesos estándar de tratamiento de agua.
La confirmación de un suministro de agua potable en esta localidad de Colorado tranquiliza a los residentes y destaca la eficacia de la infraestructura de tratamiento de agua para proteger la salud pública.