1. Capacidad para almacenar información: La molécula debe poder almacenar las instrucciones genéticas necesarias para construir y mantener un organismo. Esta información debe ser integral e incluir planos para proteínas, elementos regulatorios y otras funciones celulares.
2. Capacidad para replicar con precisión: La molécula debe poder hacer copias precisas de sí misma durante la división celular. Esto asegura que todas las células hija reciban un conjunto completo y preciso de instrucciones genéticas.
3. Capacidad para someterse a mutaciones: Si bien la replicación precisa es crucial, la molécula también debe poder cambiar (mutar) ocasionalmente. Estas mutaciones proporcionan la materia prima para la evolución, lo que permite que las poblaciones se adapten a entornos cambiantes.
El ADN cumple todos estos criterios, lo que la convierte en la molécula hereditaria primaria en las células.