* Recombinación genética: La reproducción sexual implica la fusión de gametos (esperma y huevo) de dos plantas parentales diferentes. Esto lleva a la mezcla de material genético, creando descendencia con combinaciones únicas de genes de ambos padres. Esta recombinación genética es la principal fuente de variación en organismos reproductores sexuales.
* cruzando: Durante la meiosis (el proceso de producción de gametos), los cromosomas intercambian material genético a través de un proceso llamado cruce. Esto baraja genes, aumentando la diversidad genética de la descendencia.
Por el contrario, la reproducción asexual:
* clones: La reproducción asexual produce descendencia que son genéticamente idénticas a la planta matriz. No hay una mezcla de material genético, por lo que la descendencia es esencialmente clones.
Por lo tanto, la reproducción sexual ofrece a las plantas una ventaja significativa al proporcionarles la capacidad de generar diversas descendientes, aumentando sus posibilidades de supervivencia y adaptación en entornos cambiantes.