1. Relación de área de superficie a volumen: A medida que una célula crece, su volumen aumenta a una velocidad más rápida que su área de superficie. Esto significa que la membrana de la célula, que es responsable de la absorción de nutrientes y la eliminación de residuos, no puede mantenerse al día con las demandas del volumen creciente. Eventualmente, la célula no podría intercambiar materiales de manera eficiente con su entorno, lo que lleva a la disfunción.
2. sobrecarga de ADN: El ADN contiene las instrucciones para todos los procesos celulares. Si una célula crece demasiado grande, su ADN no podría controlar y regular adecuadamente el volumen creciente de citoplasma y actividad celular. Esto puede conducir a errores en los procesos celulares y un crecimiento potencialmente no controlado (cáncer).
Esencialmente, la división celular asegura que una célula mantenga una relación de área superficial a volumen óptima y evita que el ADN se sobrecargue, lo que permite una función eficiente y un crecimiento saludable.