Los músculos lisos son músculos involuntarios que recubren las paredes de muchos órganos internos, como el estómago, los intestinos, los vasos sanguíneos, los pulmones y ciertas partes de los ojos. También son responsables del movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo, la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos y la regulación del flujo de aire en los pulmones.