La palabra "proteína" se deriva de la palabra griega "proteios", que significa "primaria" o "primera". Este término fue utilizado por primera vez en la década de 1830 por el químico sueco Jöns Jacob Berzelius para describir los compuestos nitrogenados que se encuentran en plantas y animales. Berzelius creía que estos compuestos eran los constituyentes esenciales de los organismos vivos y que eran responsables de sus propiedades únicas. Los llamó "proteína" ("pro-tein"), de la raíz griega "proteios" para reflejar su importancia.