A través del proceso de digestión, la ballena descompone los alimentos consumidos en sustancias más simples, liberando nutrientes y energía vitales. Los nutrientes absorbidos contienen combinaciones específicas de átomos necesarios para las funciones metabólicas, el crecimiento, la reparación de tejidos y la supervivencia general de la ballena.
Por ejemplo, la digestión de las proteínas obtenidas de las presas consumidas proporciona aminoácidos, que sirven como componentes básicos para las propias proteínas de la ballena. De manera similar, consumir materia vegetal puede aportar carbohidratos, lípidos (grasas), vitaminas y minerales, cada uno de ellos compuesto por diferentes componentes atómicos.
En resumen, el concepto de que una ballena se coma otros organismos está estrechamente relacionado con la composición de los seres vivos, ya que los organismos consumidos sirven como fuentes de átomos esenciales que son utilizados e integrados en los procesos metabólicos de la ballena para sustentar la vida y llevar a cabo diversas funciones biológicas. .