Si los capilares fueran más gruesos, entonces la difusión de oxígeno y nutrientes sería más lenta y la difusión de productos de desecho sería más difícil. Esto podría provocar una acumulación de productos de desecho en los tejidos, lo que podría dañar las células.
Además, la delgadez de los capilares ayuda a mantener una presión arterial alta en los capilares. Esto es importante porque la presión arterial alta ayuda a expulsar el oxígeno y los nutrientes de la sangre hacia los tejidos.
Finalmente, la delgadez de los capilares ayuda a prevenir la formación de coágulos de sangre. Esto se debe a que las plaquetas sanguíneas responsables de formar coágulos sanguíneos son demasiado grandes para pasar a través de los capilares.