La absorción de la mayoría de los aminoácidos y azúcares simples (excepto la glucosa) tiene lugar en el intestino delgado, concretamente en la porción conocida como yeyuno. El yeyuno es la sección media del intestino delgado y es responsable de la mayor parte de la absorción de nutrientes. Después de la digestión en el estómago y la parte superior del intestino delgado (duodeno), los alimentos parcialmente digeridos ingresan al yeyuno, donde entra en contacto con el revestimiento mucoso de la pared intestinal. El revestimiento mucoso contiene numerosas proyecciones en forma de dedos llamadas vellosidades, que aumentan la superficie disponible para la absorción. Las vellosidades están cubiertas de microvellosidades, que son membranas microscópicas con borde en cepillo que mejoran aún más la absorción.
Dentro del yeyuno, los aminoácidos y los azúcares simples se transportan activamente a través del epitelio intestinal hasta el torrente sanguíneo. El transporte activo requiere energía en forma de trifosfato de adenosina (ATP) e implica proteínas de transporte específicas ubicadas en las membranas celulares de las células intestinales. Estas proteínas de transporte facilitan el movimiento de aminoácidos y azúcares simples desde la luz intestinal hacia los enterocitos, donde ingresan al torrente sanguíneo a través de los capilares.
Una vez en el torrente sanguíneo, estos nutrientes absorbidos pueden transportarse a diferentes tejidos y órganos de todo el cuerpo para diversos procesos metabólicos, como la producción de energía, la síntesis de proteínas y la reparación celular.