La primera evidencia de esmalte en el registro fósil aparece en los primeros placodermos, un grupo extinto de peces con armadura. Estos peces tenían pequeñas estructuras parecidas a dientes llamadas dentículos dérmicos que estaban cubiertos por una fina capa de esmalte.
Acantodios
Los acantodios fueron otro grupo de peces primitivos que tenían tejidos similares al esmalte en los dientes. Estos tejidos estaban compuestos de un material mineralizado llamado dentina, que tiene una estructura similar al esmalte pero no tan duro.
Osteichthyes
La evolución del esmalte alcanzó su punto máximo en los osteichthyes, los peces óseos. Estos peces tienen dientes duros cubiertos de esmalte que se utilizan para capturar y procesar alimentos. El esmalte de los osteichthyes está compuesto de hidroxiapatita, un mineral que también se encuentra en los dientes humanos.
Mamíferos
Los mamíferos también tienen dientes cubiertos de esmalte, pero la estructura de su esmalte es diferente a la de los dientes de pez. El esmalte de los mamíferos está compuesto por una combinación de hidroxiapatita y otros minerales, y es más duro que el esmalte de los peces.
La evolución de la función del esmalte
Además de cambiar su estructura, la función del esmalte también ha evolucionado con el tiempo. En los primeros peces, el esmalte se utilizaba principalmente como protección. Sin embargo, en los mamíferos modernos, el esmalte también desempeña un papel en el procesamiento de alimentos. El esmalte duro de los dientes de los mamíferos ayuda a triturar los alimentos, haciéndolos más fáciles de digerir.
La evolución de los genes del esmalte
La evolución del esmalte también se refleja en la evolución de los genes que codifican las proteínas del esmalte. Estos genes se han conservado altamente a lo largo de la evolución, lo que sugiere que el esmalte es un tejido importante para la supervivencia.
Resumen
La evolución del tejido del esmalte dental es un proceso complejo que se ha extendido por cientos de millones de años. El esmalte ha evolucionado desde una fina capa de tejido mineralizado en los primeros placodermos hasta la cubierta protectora dura que vemos en los mamíferos modernos. La evolución del esmalte ha sido impulsada por una serie de factores, incluidos los cambios en la dieta y la necesidad de un procesamiento de alimentos más eficiente.