1. Fotoperiodismo:
Las aves están fuertemente influenciadas por los cambios en la duración del día. A medida que se acerca la primavera y los días se hacen más largos, la mayor exposición a la luz estimula la producción de hormonas implicadas en la reproducción. La luz del día adicional hace que el hipotálamo y la glándula pituitaria liberen hormonas liberadoras de gonadotropina (GnRH), que a su vez estimulan las gónadas (ovarios en las mujeres y testículos en los hombres) para producir hormonas sexuales.
2. Testosterona y estrógeno:
En primavera, tanto los machos como las hembras experimentan un aumento en los niveles de testosterona y estrógeno. La testosterona, asociada principalmente con los hombres, promueve el comportamiento agresivo, la territorialidad y el impulso sexual. Desempeña un papel crucial en el establecimiento de sus territorios por parte de los machos, la atracción de parejas y la participación en rituales de cortejo. El estrógeno, asociado principalmente con las hembras, regula comportamientos reproductivos como la construcción de nidos, la puesta de huevos y la incubación.
3. Mayor energía:
Las horas de luz más largas y las temperaturas más cálidas en primavera brindan a las aves más oportunidades para buscar comida y alimentarse. La disponibilidad de abundantes fuentes de alimentos, como insectos, frutas y semillas, les proporciona la energía necesaria para sustentar sus mayores actividades reproductivas.
4. Migración y Apareamiento:
Las especies de aves migratorias, que viajan largas distancias hasta sus zonas de reproducción, experimentan cambios hormonales en respuesta a las señales ambientales que encuentran durante su viaje. Estos cambios sincronizan sus sistemas reproductivos con la llegada a sus lugares de reproducción. Una vez que llegan a sus destinos, el aumento hormonal de la primavera desencadena comportamientos de cortejo, construcción de nidos y apareamiento.
5. Selección de pareja y defensa del territorio:
Durante la primavera, las aves se dedican a la selección de pareja y la defensa del territorio. Los machos establecen y defienden ferozmente sus territorios para atraer a las hembras y competir con otros machos. Pueden participar en canciones territoriales, exhibiciones y comportamientos agresivos para disuadir a los intrusos y establecer su dominio.
Resumen:
En resumen, los cambios hormonales que ocurren en el cerebro de las aves durante la primavera, particularmente el aumento de testosterona y estrógeno, impulsan el aumento de los comportamientos sexuales observados durante esta temporada. Factores como el fotoperiodismo, la mayor disponibilidad de energía, la migración y la necesidad de selección de pareja y defensa del territorio contribuyen a la transformación que se produce en el comportamiento de las aves con la llegada de la primavera.