Los estomas son pequeños poros que se encuentran en las hojas de las plantas y se encargan de regular el intercambio de gases, como el dióxido de carbono y el vapor de agua. Cuando los estomas están abiertos, el dióxido de carbono ingresa a la planta y se libera vapor de agua. Sin embargo, cuando los estomas están cerrados, la pérdida de agua se reduce, pero la absorción de dióxido de carbono también es limitada.
El equipo de investigación, dirigido por científicos de la Universidad de Cambridge y el Centro John Innes, identificó una proteína llamada SUPRESOR DE KT1 (SKT1) que desempeña un papel crucial en el control de la apertura y cierre de los estomas. SKT1 es miembro de una familia de proteínas conocidas como quinasas similares a receptores (RLK), que participan en diversas vías de señalización en las plantas.
Utilizando una combinación de técnicas genéticas, bioquímicas y de imágenes, los investigadores demostraron que SKT1 actúa como un regulador negativo de la apertura estomática. Cuando SKT1 está presente, los estomas permanecen cerrados, evitando la pérdida de agua. Sin embargo, cuando se elimina o inhibe SKT1, los estomas se abren, permitiendo el intercambio de gases.
Los investigadores también encontraron que SKT1 interactúa con otra proteína llamada KAT1, que se sabe que está involucrada en el movimiento estomático. Esta interacción sugiere que SKT1 y KAT1 trabajan juntos para regular la función estomática.
"Nuestro estudio revela el papel de SKT1 en el control del movimiento estomático y proporciona información sobre los mecanismos moleculares que subyacen a la regulación estomática", dijo la Dra. Eleni Vatsiou, investigadora postdoctoral de la Universidad de Cambridge y autora principal del estudio. "Comprender cómo las plantas controlan el comportamiento estomático es crucial para mejorar el rendimiento de los cultivos, particularmente ante la creciente escasez de agua y el cambio climático".
El descubrimiento de SKT1 como regulador clave del movimiento estomático abre nuevas vías para la investigación sobre la eficiencia del uso del agua de las plantas y la asimilación de dióxido de carbono. Se necesitan más estudios para explorar el potencial de manipular SKT1 y proteínas relacionadas para mejorar el rendimiento y la resiliencia de las plantas en condiciones ambientales cambiantes.