Uno de los factores clave que contribuyen a esta subrepresentación es la falta de diversidad de género en el profesorado universitario. Según un estudio reciente de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios (AAUP), las mujeres representan solo el 30,9% del personal docente de tiempo completo en campos STEM en todos los rangos, y solo el 19,7% de los profesores titulares en campos STEM. Esta falta de representación femenina en puestos docentes tiene un impacto significativo en las experiencias y oportunidades de las mujeres en STEM a nivel universitario.
Hay varias razones por las que las universidades luchan por lograr la diversidad de género en el cuerpo docente de STEM. Un desafío es el persistente sesgo de género y la discriminación que enfrentan las mujeres en el mundo académico. Las mujeres en STEM a menudo encuentran estereotipos, prejuicios y trato desigual, lo que puede dificultarles el avance en sus carreras. Además, la falta de mentoras y modelos femeninos en los campos STEM puede disuadir a las mujeres de seguir estas carreras o continuar en ellas.
Otro desafío es la falta de apoyo institucional para las mujeres en STEM. Muchas universidades no cuentan con políticas o programas para abordar la desigualdad de género y apoyar el avance profesional de las mujeres en STEM. Esto puede incluir una falta de financiación para investigaciones e iniciativas centradas en la equidad de género, así como un apoyo insuficiente a las mujeres en términos de cuidado infantil, acuerdos laborales flexibles y oportunidades de desarrollo profesional.
Para abordar estos desafíos y mejorar la diversidad de género en el cuerpo docente de STEM, las universidades deben tomar medidas proactivas para promover la equidad de género y crear un entorno más inclusivo. Esto puede implicar implementar políticas para combatir el prejuicio y la discriminación de género, proporcionar financiamiento y recursos para apoyar a las mujeres en STEM y establecer programas y redes de tutoría para conectar a las mujeres con modelos a seguir y mentores. Además, las universidades deberían trabajar para crear acuerdos laborales flexibles y abordar los desafíos que enfrentan las mujeres al equilibrar sus carreras con las responsabilidades personales y familiares.
Al tomar estas medidas, las universidades pueden crear un ambiente más acogedor y de apoyo para las mujeres en STEM, lo que en última instancia conducirá a una mayor diversidad de género en los puestos docentes y una representación más equitativa de las mujeres en estos campos.