Para estudiar cómo los ratones aprenden a cantar, los investigadores grabaron las canciones de ratones domésticos machos y las reprodujeron a grupos de ratones hembras. Descubrieron que las hembras cambiaban el tono de sus propias canciones para que coincidiera con el tono de las canciones grabadas. Esto sugiere que las hembras estaban aprendiendo a cantar imitando a los machos grabados.
Los investigadores creen que la capacidad de aprender a cantar puede haber evolucionado en ratones porque les permite atraer parejas. Los ratones macho cantan para atraer a las hembras, y las hembras prefieren a los machos que tienen repertorios de canciones más amplios. Al aprender a imitar a otros machos, las hembras pueden aumentar sus posibilidades de atraer pareja.
Los hallazgos de este estudio podrían ayudar a arrojar luz sobre cómo evoluciona el aprendizaje vocal en los animales. También sugieren que los ratones pueden ser un modelo útil para estudiar el habla humana, ya que comparten algunas de las mismas habilidades de aprendizaje vocal que los humanos.
Los ratones cantantes proporcionan pistas sobre el habla humana
El descubrimiento de que los ratones pueden imitar sonidos es apasionante por varias razones. En primer lugar, sugiere que el aprendizaje vocal puede no ser tan exclusivo de los humanos como se pensaba anteriormente. En segundo lugar, proporciona un modelo potencial para estudiar cómo evoluciona el aprendizaje vocal en los animales. En tercer lugar, podría conducir a nuevos conocimientos sobre el papel de la imitación en el desarrollo del habla humana.
La capacidad de los ratones para imitar sonidos es un hallazgo sorprendente. De hecho, alguna vez se pensó que sólo los humanos y algunos otros primates, como los chimpancés y los bonobos, tenían la capacidad de imitar sonidos. Sin embargo, en los últimos años, los investigadores han descubierto que una variedad de otros animales pueden imitar sonidos, incluidos pájaros, delfines, elefantes e incluso focas.
Se cree que la capacidad de imitar sonidos es importante por varias razones. En los animales, la imitación puede utilizarse para atraer parejas, defender territorio y comunicarse con otros animales. En los seres humanos, la imitación es fundamental para aprender a hablar y comprender el lenguaje.
Durante más de 30 años, el canto del ratón doméstico macho se ha estudiado como sistema modelo para investigar los mecanismos neuronales que controlan la producción vocal debido a la relativa simplicidad del repertorio vocal que consta de dos o tres sílabas distintas y tres motivos:uno introductorio, un motivo intermedio y uno terminal (Holy y Guo, 2005; Portfors y Perkel, 2014; Wada, 2015). En comparación, el repertorio de canciones de las hembras de ratón es más limitado y sólo contiene uno o dos tipos de sílabas, que se combinan en motivos breves y estereotipados.
Los hallazgos actuales demuestran que las hembras de ratones muestran cierto grado de imitación vocal que se asemeja al aprendizaje vocal de canciones complejas de los pájaros cantores. Estos hallazgos plantean preguntas sobre el origen y la evolución de la imitación vocal y ofrecen un nuevo sistema modelo potencial para estudiar el aprendizaje vocal en mamíferos distintos de los humanos y los primates no humanos.
Este estudio podría conducir a nuevos conocimientos sobre el papel de la imitación en el desarrollo del habla humana. Al comprender cómo los ratones aprenden a imitar sonidos, podremos comprender mejor cómo los bebés humanos aprenden a hablar. Esto podría conducir a nuevas formas de ayudar a los niños con trastornos del habla.
Se cree que el aprendizaje vocal evolucionó relativamente tarde en la historia evolutiva de los animales. Esto hace que el descubrimiento de la imitación vocal en ratones sea particularmente emocionante, ya que podría ayudar a arrojar luz sobre cómo evolucionó el aprendizaje vocal en primer lugar.
Finalmente, los hallazgos de este estudio podrían conducir a nuevas formas de estudiar el habla humana. Al comprender cómo los ratones aprenden a imitar sonidos, podremos comprender mejor cómo los bebés humanos aprenden a hablar. Esto podría conducir a nuevas formas de ayudar a los niños con trastornos del habla.