Sí, las heces pueden salvar la especie en algunos casos. Un ejemplo es la preservación de la especie de rinoceronte blanco del norte utilizando materia fecal congelada. Esta especie en peligro crítico de extinción se redujo a sólo dos hembras vivas, lo que imposibilitó la reproducción natural. Los científicos decidieron recolectar esperma viable de machos fallecidos e implantarlos en hembras sustitutas. Como no había hembras disponibles para la subrogación, los investigadores recurrieron a muestras fecales recolectadas de las hembras fallecidas y las inseminaron con esperma para obtener embriones viables. Luego, estos embriones se implantaron en rinocerontes blancos del sur sustitutos, lo que resultó en el posible nacimiento de rinocerontes blancos del norte y evitó la extinción de la especie.