En Estados Unidos, la Corte Suprema ha dictaminado que es inconstitucional imponer la pena de muerte a delincuentes que tenían menos de 18 años en el momento de cometer sus delitos. Sin embargo, la cadena perpetua sin libertad condicional sigue siendo una posibilidad para los delincuentes juveniles en muchas jurisdicciones.
Hay varios argumentos a favor de la cadena perpetua sin libertad condicional para los asesinos juveniles. En primer lugar, se puede argumentar que estos crímenes son tan graves que merecen el castigo más severo posible. En segundo lugar, se puede argumentar que los delincuentes juveniles que cometen asesinatos tienen más probabilidades de ser peligrosos en el futuro. En tercer lugar, se puede argumentar que la cadena perpetua sin libertad condicional envía un fuerte mensaje de disuasión a los posibles delincuentes juveniles.
También hay una serie de argumentos en contra de la cadena perpetua sin libertad condicional para los delincuentes juveniles. En primer lugar, se puede argumentar que estos delincuentes son todavía niños y que merecen una oportunidad de rehabilitarse. En segundo lugar, se puede argumentar que la cadena perpetua sin libertad condicional es un castigo cruel e inusual para los menores. En tercer lugar, se puede argumentar que la cadena perpetua sin libertad condicional es demasiado costosa para los contribuyentes.
Es probable que el debate sobre si los asesinos juveniles merecen cadena perpetua sin libertad condicional continúe durante muchos años. No hay una respuesta fácil y la mejor solución puede variar según el caso individual.
En los últimos años, ha habido un movimiento creciente para reformar las leyes de justicia juvenil en los Estados Unidos. Varios estados han aprobado leyes que limitan el uso de la cadena perpetua sin libertad condicional para delincuentes juveniles. Además, cada vez hay más investigaciones que sugieren que los delincuentes juveniles tienen más probabilidades de ser rehabilitados que los delincuentes adultos. Esta investigación sugiere que la cadena perpetua sin libertad condicional puede no ser la mejor manera de proteger a la sociedad de la delincuencia juvenil.
En última instancia, la decisión de imponer o no cadena perpetua sin libertad condicional a un delincuente juvenil es compleja y debe tomarse caso por caso.