Nueva investigación sobre por qué los tejidos vegetales tienen sentido de dirección
Una nueva investigación revela por qué los tejidos vegetales tienen sentido de dirección
Las plantas pueden sentir la dirección de la gravedad en su entorno y utilizar esta información para orientar su crecimiento. Sin embargo, ha sido un misterio cómo las células vegetales pueden detectar la dirección de la gravedad y convertir esta señal en una respuesta de crecimiento. Un nuevo estudio publicado en la revista *Nature Plants* sugiere que una parte clave de este proceso involucra a la hormona vegetal auxina, que desempeña un papel en una variedad de procesos de desarrollo.
El estudio fue dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Warwick. Descubrieron que las auxinas se transportan dentro de las células vegetales dependiendo de la gravedad. Esto significa que las auxinas se acumulan en la parte inferior de las células vegetales cuando se colocan en posición vertical. Esta diferencia en la concentración de auxinas desencadena una cascada de señales que resulta en el crecimiento de nuevas células en la parte inferior del tejido, lo que hace que la planta se doble en la dirección de la gravedad.
Los investigadores creen que este mecanismo permite a las plantas ajustar constantemente su crecimiento y desarrollo en respuesta al entorno cambiante. Dicen que este descubrimiento podría tener varias aplicaciones potenciales, como el desarrollo de nuevos reguladores del crecimiento de las plantas o el diseño de materiales que imiten la capacidad de la planta para detectar y responder a la gravedad.
"Estamos entusiasmados con este descubrimiento porque proporciona nuevos conocimientos sobre cómo funcionan las plantas a nivel celular", afirmó el autor principal, el profesor Malcolm Bennett de la Universidad de Cambridge. "También sugiere que puede haber otras hormonas o moléculas de señalización que desempeñan un papel en la detección y respuesta de la gravedad, y estamos ansiosos por explorar estas posibilidades en futuras investigaciones".
El estudio fue financiado por el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC).