El estudio, publicado en la revista "Current Biology", encontró que las arañas macho de la especie Anelosimus studiosus escuchan los cantos de cortejo de otros machos y ajustan sus propios cantos para ser más atractivos para las hembras.
Las arañas macho Anelosimus studiosus producen canciones de cortejo pulsando una cuerda especializada en su abdomen. Las canciones constan de una serie de pulsos, y el número de pulsos en una canción es un factor importante para determinar el atractivo de un macho para las hembras.
Los investigadores descubrieron que las arañas macho que escuchaban a escondidas las canciones de otros machos producían canciones con más pulsos que los machos que no escuchaban a escondidas. Esto sugiere que las escuchas ilegales permiten a los machos aprender de sus rivales y mejorar sus propias canciones.
Los investigadores también descubrieron que los hombres que escuchaban a escondidas tenían más éxito a la hora de atraer a las mujeres que los hombres que no escuchaban a escondidas. Esto sugiere que las escuchas ilegales proporcionan a los machos una importante ventaja competitiva en el juego del apareamiento.
El estudio es el primero en demostrar que las arañas utilizan las escuchas ilegales para mejorar sus propios cantos de cortejo. Este hallazgo sugiere que escuchar a escondidas puede ser un comportamiento generalizado entre los animales que utilizan señales acústicas para comunicarse.
La investigación también tiene implicaciones para comprender cómo evolucionó la música humana. La música es una forma de comunicación acústica y es posible que las preferencias musicales humanas hayan sido influenciadas por el comportamiento de escucha de nuestros antepasados.