Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Ecology &Evolution proporciona algunas pistas. Los investigadores secuenciaron los genomas de dos especies de termitas, la termita de la madera húmeda (Zootermopsis nevadensis) y la termita recolectora (Reticulitermes flavipes), y los compararon con los genomas de varias especies de cucarachas.
Los investigadores descubrieron que las termitas y las cucarachas comparten un ancestro común que vivió hace unos 230 millones de años. Este antepasado probablemente era un insecto solitario que vivía en madera podrida. Con el tiempo, algunos de estos insectos evolucionaron para vivir en colonias sociales, mientras que otros permanecieron solitarios.
Los investigadores identificaron varios genes implicados en el comportamiento social de las termitas. Estos genes son responsables de regular la producción de feromonas, que son sustancias químicas que se utilizan para comunicarse con otras termitas. Los investigadores también descubrieron que las termitas tienen una mayor cantidad de genes involucrados en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.
Estos hallazgos proporcionan nuevos conocimientos sobre la evolución del comportamiento social de las termitas. Sugieren que las termitas evolucionaron a partir de ancestros solitarios a través de un proceso gradual de evolución social. Este proceso probablemente fue impulsado por los beneficios de vivir en una colonia social, como una mayor protección contra los depredadores y el acceso a los alimentos.
El estudio también tiene implicaciones para comprender la evolución de otros insectos sociales, como las hormigas y las abejas. Sugiere que la evolución del comportamiento social es un proceso complejo que involucra múltiples genes y que puede ocurrir en una variedad de grupos de insectos diferentes.