Esta premisa no es exacta. En general, los machos mayores no tienen más probabilidades de engendrar hijos ilegítimos que los machos más jóvenes. Si bien es cierto que los machos mayores pueden tener más experiencia de apareamiento y atraer a más hembras, no hay evidencia que sugiera que sean más propensos a participar en cópulas extrapares (EPC) o producir descendencia ilegítima.