El primer paso para nombrar una nueva especie de planta es recolectar un espécimen de la planta. Este espécimen debe incluir flores, frutos y hojas. Luego, el espécimen se prensa, se seca y se envía a un herbario. Un herbario es una colección de especímenes de plantas secas.
El siguiente paso es comparar el espécimen con otros especímenes del herbario. Esto se hace para asegurarse de que la planta sea en realidad una especie nueva. Si la planta es una especie nueva, el científico que la descubrió escribirá una descripción de la planta. La descripción debe incluir el nombre científico de la planta, así como su nombre común, si lo tiene.
El nombre científico de una planta se compone de dos partes:el nombre del género y el nombre de la especie. El nombre del género es un sustantivo que identifica el grupo de plantas al que pertenece la planta. El nombre de la especie es un adjetivo que identifica la planta específica dentro del género.
Por ejemplo, el nombre científico de la margarita común es Bellis perennis. Bellis es el nombre del género y perennis es el nombre de la especie. El nombre del género Bellis proviene de la palabra latina que significa "margarita". El nombre de la especie perennis proviene de la palabra latina que significa "eterno".
Una vez determinado el nombre científico de una planta, se publica en una revista científica. Esta publicación oficializa el nombre. El nombre científico de una planta no se puede cambiar una vez publicado.
El proceso de nombrar una nueva especie de planta puede ser largo y difícil. Sin embargo, es importante dar nombres científicos a las nuevas plantas para que puedan ser identificadas y estudiadas.