1. Barreras físicas:
- Las plantas de soja desarrollan barreras estructurales, como cutículas radiculares y paredes celulares más gruesas, para restringir la penetración y el movimiento de los nematodos dentro de las raíces.
2. Deformación del pelo de raíz:
- Las plantas de soja infectadas sufren una deformación del pelo radicular, lo que altera el desarrollo normal del pelo radicular y dificulta la adhesión y penetración de los nematodos.
3. Compuestos antinematodos:
- Las plantas de soja producen diversos compuestos con propiedades nematicidas. Estos compuestos incluyen isoflavonas, saponinas y alcaloides que son tóxicos para los nematodos.
4. Proteínas relacionadas con la patogénesis (PR):
- En respuesta a la infección por nematodos, las plantas de soja sintetizan proteínas PR, que intervienen en la defensa contra diversos patógenos. Estas proteínas inhiben el desarrollo y la migración de los nematodos.
5. Producción de especies reactivas de oxígeno (ROS):
- Las plantas de soja generan especies reactivas de oxígeno (ROS), como el peróxido de hidrógeno y los radicales superóxido, que tienen efectos tóxicos sobre los nematodos. La producción de ROS puede alterar el metabolismo de los nematodos y causar daño celular.
6. Expresión genética relacionada con la defensa:
- La infección por nematodos desencadena cambios en la expresión genética en las plantas de soja, lo que lleva a la activación de genes relacionados con las defensas. Estos genes codifican proteínas implicadas en las vías de señalización de defensa, la producción de proteínas PR y otras respuestas inmunitarias.
7. Resistencia sistémica inducida (ISR):
- La infección por nematodos puede inducir resistencia sistémica en las plantas de soja, donde la activación de respuestas de defensa en una parte de la planta mejora la resistencia contra la infección en otras partes. Esto está mediado por moléculas de señalización como el ácido salicílico y el ácido jasmónico.
8. Interacciones microbianas beneficiosas:
- Las plantas de soja pueden formar asociaciones beneficiosas con ciertos microorganismos, como los rizobios y los hongos micorrízicos, que pueden mejorar la salud general de la planta y su resistencia a la infección por nematodos.
Al emplear estos mecanismos de defensa, las plantas de soja intentan minimizar el impacto de la infección por nematodos y proteger sus raíces y su salud en general. Sin embargo, la eficacia de estas respuestas de defensa puede variar según la especie de nematodo, el genotipo de la soja y las condiciones ambientales.