Balto, el heroico perro de trineo que dirigió a su equipo para entregar medicinas que salvaron vidas en Nome, Alaska, durante el brote de difteria de 1925, era una mezcla de husky siberiano con una composición genética única que le dio una fuerza y resistencia excepcionales, según un nuevo ADN. estudiar.
El estudio, publicado en la revista Canine Genetics and Epidemiology , analizó el ADN de Balto y de varios otros huskies siberianos. Los investigadores descubrieron que Balto tenía una serie de variaciones genéticas asociadas con el rendimiento deportivo, incluida una mutación en el gen que codifica la miostatina, una proteína que limita el crecimiento muscular. Esta mutación le permitió a Balto desarrollar más masa muscular que otros perros, lo que le dio la fuerza para tirar de trineos pesados a lo largo de largas distancias.
Balto también tenía una mutación en el gen que codifica el transportador de dopamina, una proteína que regula los niveles de dopamina en el cerebro. Esta mutación hizo a Balto menos sensible al dolor y la fatiga, permitiéndole seguir adelante incluso cuando estaba exhausto.
Además de sus ventajas físicas, Balto también tenía un fuerte impulso mental. Fue descrito como "inteligente, obediente y afectuoso" y siempre estaba ansioso por complacer a sus cuidadores humanos.
La combinación de la estructura genética de Balto y su actitud mental lo convirtieron en un perro de trineo ideal. Era un perro duro y resistente que pudo resistir las duras condiciones de la naturaleza de Alaska y administrar la medicina que salvó la vida de la gente de Nome.
La historia de Balto es un recordatorio del importante papel que han jugado los perros en la historia de la humanidad. Han sido nuestros leales compañeros, nuestros protectores y nuestros héroes. Balto es un ejemplo brillante de todo lo que pueden ser los perros.