Mutaciones genéticas: Las variaciones genéticas, como mutaciones o alteraciones en genes específicos, pueden alterar la función de las proteínas implicadas en el desarrollo neuronal. Estas alteraciones genéticas pueden afectar diversos procesos celulares, incluida la migración neuronal, la guía de los axones, la sinaptogénesis y la ramificación dendrítica. Estos cambios genéticos pueden provocar un desarrollo anormal o una mala dirección de las células nerviosas.
Modificaciones epigenéticas: Los cambios epigenéticos se refieren a modificaciones en la expresión genética sin alterar la secuencia de ADN subyacente. Los factores ambientales, como la exposición a toxinas, drogas o estrés durante períodos críticos del desarrollo neuronal, pueden inducir cambios epigenéticos que afectan la expresión de genes implicados en el desarrollo neuronal. Estas modificaciones pueden provocar alteraciones en la diferenciación y el cableado neuronal.
Interacciones celulares: Las células nerviosas interactúan con varios tipos de células del cerebro, incluidas otras neuronas, células gliales y componentes de la matriz extracelular. Las interrupciones en estas interacciones, como moléculas de adhesión celular anormales o vías de señalización defectuosas, pueden afectar la migración y el posicionamiento de las neuronas en desarrollo, lo que lleva a "giros equivocados".
Factores neurotróficos: Los factores neurotróficos son proteínas esenciales que regulan la supervivencia, el crecimiento y la diferenciación de las neuronas. Un desequilibrio en los niveles o la actividad de estos factores de crecimiento puede alterar el desarrollo neuronal normal y contribuir a la mala dirección de las células nerviosas.
Infecciones e inflamación: Las infecciones o procesos inflamatorios en el cerebro en desarrollo pueden alterar las interacciones celulares y moleculares necesarias para el desarrollo neuronal adecuado. Los factores liberados durante la inflamación, como las citocinas y las quimiocinas, pueden alterar la migración y la supervivencia neuronal, afectando los circuitos neuronales.
Ambiente en el útero: Las condiciones adversas en el entorno materno, como la desnutrición, la hipoxia o la exposición a ciertas drogas o toxinas, pueden afectar el desarrollo del cerebro fetal y aumentar el riesgo de anomalías del desarrollo, incluidas desviaciones en el desarrollo de las células nerviosas.
Estos factores pueden contribuir a que las células nerviosas en desarrollo tomen un rumbo equivocado y alteren la formación y organización normal de los circuitos neuronales. Estas alteraciones pueden provocar alteraciones funcionales y ser la base de diversos trastornos neurológicos y del neurodesarrollo.