La especie de hormiga en cuestión, llamada Cardiocondyla wroughtonii, es famosa por su habilidad para saltar. Puede saltar hasta 5 centímetros de altura, más de 80 veces la longitud de su cuerpo. Esta increíble capacidad de salto es esencial para la supervivencia de estas hormigas, ya que dependen de ella para escapar de los depredadores, cazar comida y explorar su entorno.
A través de observaciones detalladas y grabaciones de vídeo de alta velocidad, los investigadores revelaron un mecanismo único que permite a Cardiocondyla wroughtonii lograr estos saltos extraordinarios. La clave de su agilidad radica en su capacidad para contraer rápidamente los músculos del abdomen. Esta contracción genera una liberación repentina de energía, impulsando a la hormiga por el aire con una velocidad y fuerza asombrosas.
Cuando la hormiga inicia un salto, primero se ancla firmemente al suelo con sus patas pegajosas. Luego, en una rápida secuencia de eventos, contrae sus músculos abdominales para generar poder explosivo. Esta contracción muscular hace que el abdomen de la hormiga se rompa, actuando como un resorte que empuja al insecto por el aire.
Los investigadores analizaron la biomecánica de salto de la hormiga y descubrieron que su abdomen exhibe propiedades materiales que mejoran la eficiencia de sus saltos. Las propiedades elásticas del abdomen de la hormiga le permiten almacenar y liberar energía rápidamente, lo que le permite alcanzar mayores alturas con menos esfuerzo.
El descubrimiento de este mecanismo de salto impulsado por el abdomen pone de relieve las notables adaptaciones que las hormigas han desarrollado a lo largo de millones de años. Esta nueva comprensión proporciona información sobre las extraordinarias habilidades de estas diminutas criaturas y amplía nuestro conocimiento del diverso e intrincado mundo del comportamiento de las hormigas.