* Sentido de responsabilidad y necesidad de tener el control.
* Una tendencia a ser perfeccionista y establecer altos estándares para sí mismos.
* Deseo de agradar a los demás y de ser visto como "bueno".
* Tendencia a anteponer las necesidades de los demás a las propias.
No existen estudios científicos concluyentes que demuestren que la teoría de la hija mayor tenga credibilidad. En familias con varios hijos, cada individuo tiende a desarrollar su personalidad y rasgos únicos, y el orden de nacimiento no determina necesariamente comportamientos específicos.
El estilo de crianza, la dinámica familiar, las experiencias individuales, los factores culturales y la genética desempeñan papeles importantes en la formación de la personalidad de una persona. Es fundamental abordar el tema del síndrome de la hija mayor con cautela y comprender que puede no aplicarse a todas las familias.