El trabajo ha sido publicado en la revista científica PNAS y destaca la importancia de estudiar grandes sistemas multiproteicos para comprender los mecanismos de las enfermedades infecciosas a nivel molecular.
Para establecer una infección, la bacteria patógena Salmonella necesita superar múltiples barreras de defensa celular dentro del huésped. Una de las barreras más importantes es la fagocitosis por parte de los macrófagos, que son capaces de fagocitar y destruir microorganismos.
Salmonella ha desarrollado estrategias sofisticadas para sobrevivir y proliferar dentro de los macrófagos. Una de estas estrategias se basa en la formación de una vacuola especializada, la vacuola que contiene Salmonella (SCV). El SCV protege a Salmonella del ambiente antimicrobiano de los macrófagos, lo que permite que las bacterias se repliquen y eventualmente causen enfermedades.
El SCV no es un compartimento estático, sino una estructura dinámica cuya formación y mantenimiento requiere un delicado equilibrio entre la actividad de los factores de virulencia bacterianos y la respuesta inmune del huésped.
Para comprender cómo Salmonella controla la composición del SCV y sobrevive dentro de los macrófagos, los investigadores estudiaron el sistema de secreción tipo tres SPI-2 (T3SS-2), una maquinaria molecular compleja compuesta por más de 30 proteínas que actúa como un sistema de administración para inyectar el efector. proteínas directamente a la célula huésped.
En concreto, el trabajo se centró en la caracterización del efector SspH1. Los investigadores resolvieron su estructura atómica y realizaron ensayos de biología celular para dilucidar su función dentro de los macrófagos infectados.
Los resultados, combinados con datos previos sobre otros efectores, permitieron a los investigadores proponer un mecanismo general mediante el cual un intrincado sistema de efectores trabaja de manera coordinada para remodelar el SCV y, en última instancia, favorecer la supervivencia bacteriana.
Estos hallazgos proporcionan información importante sobre la compleja interacción entre los factores de virulencia bacteriana y la respuesta inmune del huésped durante las infecciones intracelulares. Además, los resultados son relevantes desde el punto de vista terapéutico, porque apuntar a este sistema multiproteico podría ser una estrategia potencial para desarrollar nuevos tratamientos contra las infecciones por Salmonella.